Cómo se diferencian los síntomas de la covid entre los no vacunados y los que tienen 2 y 3 dosis

  • André Biernath
  • BBC Brasil

Con el pasar de la pandemia y el avance de la vacunación, los síntomas más graves del covid dejaron de ser tan comunes.

Moqueo nasal, dolor de cabeza, estornudos, dolor de garganta y tos persistente. Estos son los cinco síntomas más comunes entre las personas que han tenido covid luego de recibir dos o más dosis de la vacuna.

En individuos que no han sido inmunizados, las incomodidades más frecuentes de la enfermedad son, en orden descendente, dolor de cabeza, dolor de garganta, moqueo nasal, fiebre y tos persistente.

Estos descubrimientos llegan luego del seguimiento hecho durante más de dos años en el Reino Unido con una aplicación creada por la compañía de tecnología Zoe.

Los datos los analizan junto a investigadores de la universidad King’s College de Londres y cuentan con el apoyo del servicio de salud público británico NHS.

Un cambio leve, pero relevante

Entre las personas que han tenido al menos dos dosis de la vacuna, los síntomas más comunes de covid han sido, en su orden:

1. Moqueo nasal

2. Dolor de cabeza

3. Estornudos

4. Dolor de garganta

5. Tos persistente

Entre aquellos que no han recibido ninguna dosis, los principales síntomas son, en su orden:

1. Dolor de cabeza

2. Dolor de garganta

3. Moqueo nasal

4. Fiebre

5. Tos persistente

La diferencia principal es que en los no vacunados hubo presencia de fiebre, algo que indica un problema más serio.

También reportaron más dolores de cabeza y dolores de garganta en comparación con aquellos que recibieron dos o más dosis de la vacuna.

“Hay razones para explicar este cambio, como el hecho de que los individuos vacunados tienen síntomas menos severos”, aseguraron los responsables del experimento en una publicación hecha en el sitio oficial de la app Zoe el 25 de Abril.

“También necesitamos considerar que se reporta un mayor número de casos en individuos jóvenes, quienes suelen reportar síntomas menos severos y distintos”, agregan.

Los autores advierten que el ranking de los síntomas se basa únicamente en la información que se comparte en la aplicación. Esto, entonces, no toma en cuenta la circulación de variantes específicas del coronavirus.

También vale la pena recordar que los síntomas de covid pueden variar bastante. La lista completa de síntomas de la enfermedad, según el servicio público de salud del Reino Unido, incluye:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Tos persistente
  • Pérdida o cambio en el olfato
  • Pérdida o cambio en el gusto
  • Dificultad para respirar
  • Agotamiento o fatiga
  • Dolores corporales
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Moqueo nasal
  • Pérdida de apetito
  • Diarrea
  • Sentirse enfermo, con náuseas

¿Qué hacer si tengo síntomas de covid?

Según las autoridades nacionales e internacionales, si presentas uno o más de los síntomas típicos de una infección de coronavirus, el primer paso es quedarse en casa y restringir las interacciones con los demás.

Esto es aún más importante si estás en contacto con personas que sean vulnerables a las complicaciones de covid, tales como las personas mayores o los pacientes con un sistema inmune comprometido.

Bajo este contexto, otro paso importante es hacerse un test para confirmar o descartar la enfermedad.

Adicional al RT-PCR, el cual es visto como el método principal y más efectivo de diagnóstico, es posible encontrar exámenes rápidos de antígeno en las farmacias y en los laboratorios.

Si el resultado es positivo, es importante mantenerse aislado de 5 a 7 días.

Si el malestar mejora después de ese tiempo, es posible retomar la rutina. Ahora, si empeoran (o aparecen síntomas más serios, tales como dificultad para respirar) es importante acudir a emergencias.

¿Por qué le da covid a la gente vacunada?

Las vacunas contra la covid se desarrollaron con un propósito principal: reducir el riesgo de desarrollar las complicaciones más severas de la enfermedad, que son las que se relacionan con hospitalizaciones, entubaciones y muertes.

Independientemente del tipo de tecnología detrás de la vacuna, todas tienen el mismo objetivo inicial: exponer nuestros sistemas inmunes a un virus o a una bacteria (o algunas de sus partes) de manera segura.

De este contacto inicial, el cual no afecta nuestra salud, las células que nos defienden generan una respuesta capaz de preparar al cuerpo en caso de que llegue un agente infeccioso real.

Este proceso inmune es extremadamente complicado e involucra un gran batallón de células y anticuerpos. La respuesta inmune, por ende, varía considerablemente dependiendo del tipo de virus, la capacidad que tiene para mutar, la manera en que se desarrolló la vacuna, los problemas preexistentes de la persona…

En medio de todos estos procesos, es muy difícil desarrollar un agente inmunizador que sea capaz de prevenir la infección misma, es decir, bloqueando la entrada de la causa de la enfermedad a nuestras células.

Pero he aquí un punto muy importante: incluso en los casos en los que la vacuna no puede prevenir una infección, muchas veces la respuesta inmune que la vacuna crea puede hacer que los síntomas sean menos severos, previniendo así más enfermedades severas y muertes.

Es lo que ocurre con las vacunas contra los rotavirus y la influenza, por ejemplo: quien sea que las tenga puede infectarse, pero el riesgo de desarrollar complicaciones serias con estas enfermedades se reduce de manera considerable.

Y es exactamente este mismo fenómeno el que estamos viendo con la covid-19: aunque las inmunizaciones disponibles no frenen nuevas olas de casos, están funcionando bien para prevenir el agravamiento de la mayoría de las infecciones.

Prueba de esto son las olas más recientes, que ocurrieron entre el final de 2021 y el comienzo de 2022 y que estuvieron relacionadas con la variante ómicron: aunque muchos países hubieran roto récords en número de casos, las tasas de hospitalizaciones y muertes fueron significativamente más bajas cuando se compara a otros momentos de la pandemia.

Un estudio de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU publicado en marzo calculó el alcance de esta protección. La información revela que los adultos que han recibido tres dosis de la vacuna contra la covid tienen un riesgo 94% más bajo de requerir hospitalización, ventilación mecánica o muerte, si se compara con aquellos que no se inmunizaron.

Una tercera prueba sobre este efecto protector llega de la mano del seguimiento que hicieron Zoe y el King’s College y que mencionamos al principio de este artículo.

Algunos síntomas severos de covid, tales como dificultad para respirar y fiebre alta, se vieron de manera mucho más frecuente al principio de la pandemia, cuando las vacunas aún no estaban disponibles.

Luego de las olas de casos y, principalmente, con las dosis que se aplicaron a la gran mayoría de la población, este tipo de síntomas empezaron a caer en el ranking, y de manera gradual fueron reemplazadas en la punta por reportes de molestias menores, tales como moqueo nasal, dolor de cabeza y estornudos.

Desde un punto de vista práctico, el virus puede incluso invadir las células de la boca, nariz y garganta en personas con dos o más dosis de la vacuna, y causar los síntomas típicos de un resfriado.

Afortunadamente, en la mayoría de los casos, el sistema inmune se activa y previene que los patógenos alcancen los pulmones y el resto del cuerpo, lugares donde causaría falta de aliento, fiebre, inflamación y otras consecuencias más serias.

Información obtenida en:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-61919592

Estas son las nuevas variantes de covid que van a ocasionar los próximos contagios: síntomas y gravedad

La nueva ola de contagios de covid-19 tiene dos siglas como protagonistas: BA.4 y BA.5. Son las subvariantes de ómicron que se están extendiendo en todo el mundo y que han resultado ser aún más contagiosas que sus predecesoras, aunque no implican un aumento en la gravedad de la infección. Es una conclusión del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC), organismo que prevé que se conviertan en las subvariantes dominantes en la Unión Europea durante las próximas semanas.

Las pruebas son claras. Se han realizado cribados aleatorios mediante PCR específica para el linaje BA.2, y tras la semana del 6 al 12 de junio se han hallado en España porcentajes que van desde el 33,2% al 73,8% de los nuevos contagios, mientras que para los linajes BA.4 y BA.5 se han hallado cifras entre el 5,4% y el 64,9% en la misma semana. Las variantes BA.4 y BA.5 aparecieron por primera vez en Sudáfrica, y Portugal fue el primer país de nuestro entorno que registró un aumento significativo de BA.5, el linaje preponderante durante el mes de mayo en el país luso. Además, hay un claro aumento de contagios en todos los países de la Unión Europea.

Información obtenida en:

https://www.heraldo.es/noticias/salud/2022/06/24/nuevas-variantes-omicron-covid-sintomas-1583847.html

¿Cuáles son los efectos secundarios de la cuarta dosis de la vacuna frente a la covid?

El Gobierno ha confirmado que toda la población podrá recibir una cuarta dosis de la protección frente al SARS-CoV-2 después del verano.

Vacunación con Moderna en pacientes inmunodeprimidos en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.Guillermo Mestre

La evolución de la pandemia de la covid-19 lleva en estos días a dos realidades muy llamativas. La primera es que el número de personas hospitalizadas en unidades de cuidados intensivos españolas tras el contagio es muy bajo, por la levedad de la sintomatología con las actuales variantes de ómicron y el efecto de la dosis de refuerzo, que se ha puesto aproximadamente la mitad de la población adulta española; la segunda, que hay un claro repunte en los contagios.

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